4.5 Stalingrado y la victoria sovietica

Los alemanes habían avanzado 1.100 km más hacia Leningrado y Caucasia en el frente oriental. Hitler no disponía de tropas alemanas para cubrir esa distancia, de manera que tuvo que recurrir a las tropas puestas a su disposición por sus aliados. Así pues, mientras el VI y IV Ejércitos Acorazados permanecían inmovilizados en Stalingrado durante septiembre y octubre de 1942, fueron flanqueados por los ejércitos rumanos que acudieron en su ayuda. Un ejército de italianos y húngaros comenzó a remontar el río Don rápidamente.
En la mañana del 19 de noviembre las fuerzas acorazadas soviéticas atacaron a los rumanos al oeste y el sur de Stalingrado. Se reunieron tres días después en Kalach, a orillas del río Don, donde rodearon al VI Ejército, casi la mitad del IV Ejército Acorazado y a varias unidades de rumanos. Hitler ordenó al comandante del VI Ejército, el general Friedrich von Paulus, resistir y le prometió mandar suministros por aire; asimismo, envió a Manstein, que en aquella época era mariscal de campo, para aliviar la presión en esa zona. El transporte aéreo no pudo hacer llegar a Manstein las 300 toneladas de suministros que necesitaba cada día, y las fuerzas de la operación de descerco fueron contenidas a 55 km de las tropas de Manstein a finales de diciembre. El VI Ejército estaba condenado a menos que intentara atravesar las filas enemigas, y Hitler no lo permitía.
Los rusos se internaron en este reducto por tres frentes en enero de 1943, y Paulus se rindió el 1 de febrero. Después de la lucha de Stalingrado, los alemanes se vieron obligados a retirarse de Caucasia y retroceder aproximadamente a la línea de la que partieron en la ofensiva del verano de 1942; esto se debió en parte a la derrota de las fuerzas italianas y húngaras.

 
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