TRIUNFAN LOS ALIADOS/CONSECUENCIAS DE LA GUERRA



5. TRIUNFAN LOS ALIADOS
5.1 Conferencia de Teheran
5.2 Alemania se prepara para la operacion Overlord
5.3 Normandia
5.4 Los sovieticos recuperan Bielorrusia
5.5 Conspiracion contra Hitler
5.6 Francia es rescatada
5.7 La ofensiva occidental es detenida
5.8 Revolucion de Varsovia
5.9 Caen aliados de Alemania en el este
5.10 Los aliados progresan en Italia
5.11 Combate del mar de Filipinas
5.12 Cambio de tactica en el Pacifico
5.13 Batalla en los cielos de Europa
5.14 Combate de las Ardenas
5.15 Conferencia de Yalta
5.16 Paso del Rin
5.17 Blancos de los aliados en Alemania
5.18 Ultimos combates en Europa
5.19 Se rinde Alemania
5.20 Japon es vencido
6. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
6.1 Consecuencias economicas
6.2 Bajas humanas

5. TRIUNFAN LOS ALIADOS


Después de la batalla de Kursk persistía la duda sobre si las fuerzas soviéticas podrían lanzar una ofensiva con éxito en el verano. El 12 de agosto, Hitler ordenó que comenzaran las obras para la construcción de una barrera en el este, a lo largo del río Narva y los lagos Pskov y Peipus—detrás del grupo militar del Norte— y de los ríos Desna y Dniéper —detrás de los Grupos de ejércitos del Centro y el Sur. En la segunda mitad de dicho mes, la ofensiva soviética se expandió por el sur, a lo largo del río Donets, y por el norte, adentrándose en el sector del Grupo de ejércitos del Centro.
Hitler permitió al Grupo de ejércitos del Sur retirarse hasta el río Dniéper el 15 de septiembre; de lo contrario, lo más probable es que fuera aniquilado. Asimismo, ordenó a las tropas que destruyeran todo aquello que se encontrara en la zona oriental del río Dniéper y pudiera ser de alguna utilidad para el enemigo. Esta política sólo pudo llevarse a cabo parcialmente antes de que los soldados cruzaran el río a finales de mes; a partir de este momento se aplicó en todos los territorios cedidos a los rusos.
Las tropas alemanas no encontraron el más mínimo rastro de la barrera oriental al cruzar el río, y tuvieron que luchar desde el principio contra cinco cabezas de puente soviéticas. La orilla superior izquierda del río era la mejor línea defensiva que quedaba en la URSS, y los ejércitos rusos, mandados por Zhúkov y Vasilevski, lucharon encarnizadamente para impedir que el enemigo se hiciera fuerte en esta zona. Expandieron las cabezas de puente, cercaron al Ejército alemán en Crimea durante el mes de octubre, tomaron Kíev el 6 de noviembre y continuaron la ofensiva en invierno sin apenas interrupciones.

5.1 Conferencia de Teheran

A finales de noviembre, Roosevelt y Churchill viajaron a Teherán para mantener su primer encuentro con Stalin. El presidente y el primer ministro ya habían aprobado un plan —su nombre en clave era Overlord (‘Jefe Supremo’)— para lanzar una ofensiva cruzando el canal. Roosevelt estaba completamente a favor de llevar a cabo el proyecto a principios de 1944, tan pronto como las condiciones atmosféricas lo permitieran. Durante la Conferencia de Teherán, Churchill objetó que consideraba prioritaria la situación de Italia y las posibles nuevas campañas en los Balcanes y el sur de Francia, pero perdió la votación frente a Roosevelt y Stalin. La operación Overlord fue fijada para mayo de 1944. Una vez concluidas las conversaciones, el Estado Mayor Conjunto convocó a Eisenhower, que se encontraba en el Mediterráneo, para asignarle el mando del Cuartel General Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas (Supreme Headquarters Allied Expeditionary Forces, SHAEF) con el fin de que organizara y llevara a cabo la invasión a través del canal.
La Conferencia de Teherán marcó el apogeo de la alianza entre el Este y el Oeste en tiempo de guerra. Stalin acudió a la reunión como un líder victorioso; la URSS estaba recibiendo grandes cantidades de ayuda en préstamos y arriendos procedentes de Estados Unidos a través de Múrmansk y el golfo Pérsico; y la decisión de emprender la operación Overlord satisfizo finalmente la demanda de un segundo frente, que tanto habían reclamado los soviéticos. A su vez, aumentó la tensión a medida que los ejércitos soviéticos se fueron aproximando a las fronteras de algunos pequeños estados de Europa oriental. Stalin había roto las relaciones diplomáticas con el gobierno polaco en el exilio —con sede en Londres— e insistió en Teherán, tal y como lo había hecho anteriormente, en que la frontera soviético-polaca de la posguerra debería ser la establecida después de la derrota de Polonia ocurrida en 1939. Tampoco ocultó su irritación cuando Churchill propuso un ataque británico y estadounidense sobre los Balcanes.

5.2 Alemania se prepara para la operacion Overlord

Hitler esperaba una invasión por el noroeste de Europa en la primavera de 1944, y la recibió como una oportunidad de ganar la guerra. De este modo, podría lanzar a todas sus fuerzas, la mitad de las cuales se encontraba en el frente occidental, contra la URSS. En noviembre de 1943 comunicó a sus comandantes del frente oriental que no recibirían más refuerzos hasta que se rechazara la invasión.
Los soviéticos lanzaron una ofensiva en enero de 1944 que levantó el sitio de Leningrado, y obligaron al Grupo de ejércitos del Norte a retroceder hasta la línea del río Narva y el lago Peipus. Allí, los alemanes encontraron refugio en un segmento de la barrera oriental en el que se había iniciado la fortificación. Recibían sucesivos ataques por el flanco meridional; el último, que tuvo lugar en marzo y abril, empujó a los alemanes hacia la amplia zona que se extiende entre las lagunas de Pripiat y el mar Negro, alejados de todo excepto de algunas franjas de territorio soviético. Después de que una embarcación no consiguiera rescatarles en Sebastopol, la mayor parte de los 150.000 alemanes y rumanos fallecieron o fueron capturados por el enemigo en mayo. Por otro lado, se habían fabricado suficientes carros de combate y armas para equipar a las nuevas divisiones del frente occidental y reemplazar a algunas de las perdidas en el este; las fuerzas aéreas disponían de un 40% más de aviones que el año anterior en esa misma época; por último, la producción de petróleo sintético durante el tiempo de guerra alcanzó en abril de 1944 su máximo.

5.3 Normandía

El 6 de junio de 1944, el Día D, el I Ejército de Estados Unidos, dirigido por el general Omar Nelson Bradley, y el II Ejército británico, mandado por el general Miles C. Dempsey, establecieron cabezas de playa en Normandía, la costa francesa del canal de la Mancha. La resistencia de los alemanes fue firme, y las bases militares para los ejércitos aliados no eran tan buenas como se había esperado. La enorme superioridad aérea de los aliados en el norte de Francia impidió a Rommel movilizar a sus limitadas reservas. Además, Hitler estaba convencido de que el desembarco de Normandía era una estratagema y que la invasión principal tendría lugar al norte del río Sena. Por este motivo, se negó a dejar partir a las divisiones que se encontraban allí e insistió en que llegaran refuerzos de otras zonas distantes. A finales de junio, Eisenhower disponía de 850.000 hombres y 150.000 vehículos en Normandía.

5.4 Los sovieticos recuperan Bielorrusia

No se produjeron acciones en el frente oriental alemán durante las tres primeras semanas de junio de 1944. Hitler estaba seguro de que los soviéticos lanzarían una ofensiva en verano, y tanto él como sus asesores militares opinaban que provendría del flanco meridional. Después de la batalla de Stalingrado, los rusos habían centrado sus esfuerzos en esta zona y los alemanes creían que Stalin deseaba ansiosamente adentrarse en los Balcanes. Aunque el Grupo de ejércitos del Centro controlaba Bielorrusia—la única gran extensión de territorio soviético que seguía en poder de los alemanes—, y las señales de una concentración de tropas soviéticas junto al grupo militar se multiplicaron en junio, los alemanes no pensaron que existiera un peligro real. El 22 y 23 de junio, cuatro grupos del Ejército soviético —dos de ellos dirigidos por Zhúkov y otros dos por Vasilevski— atacaron al Grupo de ejércitos del Centro. Hacia el 3 de julio, cuando las fuerzas de avance soviéticas que procedían del noreste y el sureste se reunieron en Minsk, la capital de Bielorrusia, el Grupo de ejércitos del Centro había perdido los dos tercios de sus divisiones. Los frentes de Zhúkov y Vasilevski habían avanzado unos 300 km en la última semana. El mando soviético celebró el 17 de julio un desfile que duró un día a través de las calles de Moscú, en el que participaron 57.000 prisioneros alemanes, entre ellos, 19 generales.

5.5 Conspiracion contra Hitler

En el mes de julio, un grupo de oficiales y civiles alemanes decidieron que la eliminación de Hitler era la única posibilidad de poner fin a la guerra antes de que todo el territorio alemán fuera arrasado desde ambos frentes. Intentaron asesinarle el 20 de julio colocando una bomba en su cuartel general de Prusia Oriental. El artefacto explotó e hirió a algunos oficiales —varios fallecieron—, pero Hitler sólo sufrió heridas leves. A continuación, la Gestapo se encargó de perseguir a todo sospechoso de haber participado en la denominada conspiración de julio: Rommel se encontraba en esta lista, y optó por suicidarse.

5.6 Francia es rescatada

El 24 de julio los estadounidenses y los británicos seguían aislados en la cabeza de playa de Normandía, que había ampliado hasta incluir Saint-Lô y Caen. Bradley comenzó con la ofensiva al día siguiente lanzando un ataque desde Saint-Lô. A partir de este momento el frente se expandió rápidamente y Eisenhower agrupó a sus fuerzas. Montgomery asumió el mando del II Ejército británico y del I Ejército canadiense. Bradley se puso al frente del XII Grupo de Ejércitos, que acababa de entrar en acción y estaba compuesto por el I y III Ejércitos, mandados por los generales Courtney H. Hodges y George Smith Patton, respectivamente.
Una vez que los estadounidenses se dirigieron hacia el este la primera semana de agosto, se formó una bolsa alrededor del V y VII Ejércitos Panzer al oeste de Falaise. Los alemanes consiguieron mantener la posición hasta el 20 de agosto; después, se retiraron cruzando el Sena. Los estadounidenses liberaron París el 25 de agosto junto con las fuerzas de la Francia Libre y la resistencia interior, lideradas por Charles de Gaulle.
Mientras tanto, las tropas estadounidenses y francesas habían llegado a la costa meridional de Francia (al sur de Marsella) el 15 de agosto, y establecieron contacto con las fuerzas de Bradley en las proximidades de Dijon la segunda semana de septiembre.

5.7 La ofensiva occidental es detenida

Bradley y Montgomery enviaron grupos de ejércitos hacia el norte y el este, al otro lado del Sena, el 25 de agosto: los británicos bordearon la costa en dirección a Bélgica y los estadounidenses se dirigieron a la frontera franco-alemana. Las tropas de Montgomery tomaron Amberes el 3 de septiembre, y el día 11 cruzaron la frontera las primeras patrullas de Estados Unidos. Montgomery había llegado a dos inmensas barreras de agua —el Mosa y el bajo Rin— y los estadounidenses se hallaban frente al muro occidental, que había sido construido en la década de 1930 como contrapartida alemana de la Línea Maginot. A pesar de que la mayoría de sus grandes cañones habían desaparecido, los búnkers de cemento y las barreras antitanque de este muro eran demasiado sólidos. El problema más grave de los aliados era su falta de suministros. Apenas disponían de combustible y municiones, que era preciso transportar desde los puertos franceses del canal de la Mancha a través de 800 km a través de carreteras y ferrocarriles dañados por la guerra.

5.8 Revolucion de Varsovia

La ofensiva soviética había alcanzado a los flancos del Grupo de ejércitos del Centro en julio. El 29 de ese mes unas fuerzas de avance llegaron cerca de Riga y rompieron el contacto por tierra del Grupo de ejércitos del Norte con el principal frente alemán. Los potentes ataques por el flanco meridional del Grupo de ejércitos del Centro llegaron a la línea del Vístula (al norte de Varsovia) a finales de ese mes. El general Tadeusz Komorowski (conocido como el general Bór) inició una rebelión en Varsovia el 31 de julio. Los insurgentes, que eran leales al gobierno anticomunista exiliado en Londres, provocaron el caos entre las filas alemanas durante varios días. Las fuerzas soviéticas resistieron con firmeza en el margen derecho del Vístula y Stalin no permitió que los aviones de Estados Unidos aterrizaran en los aeródromos soviéticos para proporcionar suministros a los insurgentes. Finalmente, consintió en que tomaran tierra más de cien B-17 el 18 de septiembre. Pero ya era demasiado tarde; para entonces, los alemanes ya dominaban la situación, y Komorowski se rindió el 2 de octubre. Stalin insistió en que sus fuerzas no habían conseguido entrar en Varsovia porque eran demasiado débiles, lo cual era probablemente falso. Por otro lado, la línea del Vístula era, en la medida en que los ejércitos pudieran seguir adelante, un amplio frente sin ninguna interrupción en el que no era posible reponer suministros.

5.9 Caen aliados de Alemania en el este

Mientras la Unión Soviética permitía que el levantamiento de Varsovia siguiera su trágico curso, estaba cosechando un gran número de importantes éxitos en todos los frentes. La ofensiva lanzada el 20 de agosto entre los Cárpatos y el mar Negro dio como resultado la petición de un armisticio por parte de Rumania tres días después. Bulgaria, que nunca había llegado a declarar la guerra a la URSS, se rindió el 9 de septiembre, y Finlandia la secundó el 19 del mismo mes. Las tropas soviéticas tomaron Belgrado el 20 de octubre e implantaron en Yugoslavia un gobierno comunista presidido por Tito. En Hungría, los rusos se quedaron a las puertas de Budapest a finales de noviembre.

5.10 Los aliados progresan en Italia

La campaña italiana pasó a un segundo plano en el verano de 1944 a causa de la operación Overlord. El V Ejército de Clark, formado por fuerzas francesas, polacas y estadounidenses, tomó Montecassino el 18 de mayo. Un avance desde la cabeza de playa de Anzio, realizado cinco días después, obligó a los alemanes a abandonar la Línea Gustav, y el V Ejército entró en Roma, ciudad abierta desde el 4 de junio. La penetración aliada continuó sin contratiempos al norte de Roma, pero no tardaría en verse interrumpida dado que las divisiones estadounidenses y francesas habrían de retirarse para participar en la invasión del sur de Francia. Después de tomar Ancona y Florencia durante la segunda semana de agosto, los aliados se hallaban ante la denominada Línea Gótica Alemana. Ésta fue demolida tras una ofensiva lanzada a finales de ese mes, pero no se consiguió llegar hasta el valle del Po en los tres meses siguientes, por lo que las fuerzas se detuvieron en las montañas durante el invierno.

5.11 Combate del mar de Filipinas

El ritmo de las operaciones contra los japoneses en el Pacífico se incrementó en 1944. Durante la primavera, el mando aliado conjunto ordenó a MacArthur realizar diversos avances en el noroeste de Nueva Guinea y en las Filipinas, mientras Nimitz cruzaba la zona central del Pacífico hasta las islas Marianas y las islas Carolinas. Los japoneses, por su parte, estaban realizando los preparativos para la batalla naval decisiva, que tendría lugar al este de las Filipinas.
Las tropas de MacArthur recorrieron la costa de Nueva Guinea hasta Aitape, Jayapura y la isla Wakde durante abril y mayo, y desembarcaron en la isla Biak el 27 de mayo. Sus aeródromos permitirían a los aviones de Estados Unidos hostigar a la flota japonesa de Filipinas. Una fuerza de ataque organizada en torno a los mayores acorazados del mundo, el Yamato y el Musashi, se dirigía hacia Biak el 13 de junio cuando la Armada de Estados Unidos comenzó a bombardear Saipan en las islas Marianas. Se ordenó entonces a las naves japonesas que se dirigieran al norte y se unieran a la I Flota del almirante Ozawa Jisaburo, que había partido de las islas Filipinas con rumbo a las Marianas.
Ozawa se enfrentó a la Fuerza Expedicionaria 58 de Estados Unidos, al mando de la cual estaba el almirante Marc A. Mitscher, en la batalla del mar de Filipinas el 19 y 20 de junio. En el primer día los cazas estadounidenses derribaron a 219 de los 236 aviones japoneses. Mientras proseguía el combate aéreo, los submarinos de Estados Unidos hundieron dos de los grandes portaaviones de Ozawa; el segundo día, los bombardeos destruyeron otro portaaviones de gran tamaño. Ozawa puso entonces rumbo hacia el norte, en dirección a la isla de Okinawa, con los únicos 35 aviones que le quedaban.

5.12 Cambio de tactica en el Pacifico

Las fuerzas de Estados Unidos llegaron a Saipan el 15 de junio. Tomaron posesión de esta isla, Tinian y Guam el 10 de agosto, lo que les proporcionó la clave de una estrategia para poner fin a la guerra. Era posible establecer bases en las islas para los nuevos bombarderos de gran autonomía estadounidenses, las superfortalezas volantes B-29, que podrían llegar hasta Tokio y otras importantes ciudades japonesas desde estas islas, al igual que lo habían hecho desde las bases de China. En noviembre de 1944 comenzaron los bombardeos regulares sobre Japón.
A pesar de que el cambio de estrategia suscitó ciertas dudas sobre la necesidad de las operaciones de las Carolinas y Filipinas, éstas se llevaron a cabo tal y como se había previsto; se realizaron desembarcos en los siguientes puntos: Peleliu (15 de septiembre), Ulithi (23 de septiembre) y Ngulu (16 de octubre), situados en el oeste de las Carolinas, y Leyte (20 de octubre), en la zona central de las Filipinas. La invasión de las islas Filipinas fue la última ocasión de la guerra en la que la Armada japonesa hizo uso de todas sus fuerzas. En los tres días que duró la batalla del golfo de Leyte (del 23 al 25 de octubre), cuyo resultado fue más incierto de lo que parecía indicar el desenlace final, los japoneses perdieron 26 naves —entre ellas, el superacorazado Musashi— y los estadounidenses siete.

5.13 Batalla en los cielos de Europa

Las principales acciones llevadas a cabo contra Alemania en el otoño de 1944 fueron combates aéreos. Los bombarderos de Estados Unidos, escoltados por cazas de gran autonomía (concretamente, los Mustang P-51) atacaban los objetivos industriales durante el día y las ciudades por la noche. Hitler respondió a estas agresiones atacando Gran Bretaña con bombas V-1 y cohetes V-2; no obstante, los alemanes perdieron las mejores bases de sus lanzamientos —el noroeste de Francia y Bélgica— en el mes de octubre. Los efectos de la estrategia aliada resultaron menos evidentes de lo que se había esperado. Los bombardeos no minaron la moral de la población civil, y la fabricación de cazas y vehículos acorazados alcanzó la cota más elevada de la guerra en la segunda mitad de 1944. Por otro lado, la producción de hierro y acero disminuyó a la mitad entre septiembre y diciembre; asimismo, la destrucción continua de plantas de petróleo sintético, unida a la pérdida de los campos petroleros de Ploieşti (Rumania), limitó drásticamente las existencias de combustible para los carros de combate y aviones que abandonaban las cadenas de producción.
El acortamiento de los frentes en el este y el oeste y la interrupción de la lucha terrestre a finales de año proporcionaron a Hitler una nueva oportunidad para crear una reserva de 25 divisiones. Decidió utilizarlas en una ofensiva contra los británicos y estadounidenses; la táctica consistía en atravesar Bélgica hasta llegar a Amberes y arrasar esta zona, una acción similar a la que provocó en mayo de 1940 el desastre de Dunkerque.

5.14 Combate de las Ardenas

La ofensiva alemana —denominada campaña de las Ardenas— comenzó el 16 de diciembre. Los estadounidenses se encontraban totalmente desprevenidos; no obstante, opusieron una gran resistencia y consiguieron defender dos centros estratégicos de comunicaciones por carretera, Saint-Vith y Bastogne. El esfuerzo de los alemanes fracasó después del 23 de diciembre, cuando las condiciones atmosféricas permitieron que se pudiera apreciar la arrolladora superioridad aérea de los aliados. Sin embargo, no se logró eliminar la bolsa de 80 km que los alemanes habían creado con su incursión en las líneas enemigas hasta finales de enero. El avance de los aliados en Alemania no se reanudó hasta febrero.

5.15 Conferencia de Yalta

En esos momentos, los ejércitos soviéticos se encontraban en el río Oder, a 60 km al este de Berlín. Habían aniquilado la línea alemana del Vístula y se aproximaban a la costa del Báltico, al este de Danzig (en la actualidad Gdańsk), en enero de 1945; hacia el 3 de febrero ya controlaban la zona del Oder. Stalin iba a reunirse con Roosevelt y Churchill en Yalta (Crimea) desde el 4 al 11 de febrero, y tenía en su poder toda Polonia y Berlín. En el transcurso de la Conferencia de Yalta, Stalin aceptó declarar la guerra a Japón en un plazo de tres meses, que comenzaría a partir de la rendición de Alemania, a cambio de ciertas concesiones territoriales en Extremo Oriente.
Los estadounidenses y los británicos no estaban de acuerdo en la forma en la que proceder contra Alemania. Durante un encuentro celebrado en Malta poco antes, Montgomery había propuesto que se lanzara un rápido y único ataque, llevado a cabo por el ejército del general británico, desde el norte de Alemania hasta Berlín. Deseaban que la mayor parte de los suministros aliados le fueran asignados a Montgomery, lo que significaba que los estadounidenses sólo desempeñarían una labor defensiva. En el plan de Eisenhower, que finalmente prevaleció, se daba prioridad a Montgomery, pero los ejércitos de Estados Unidos también participaban en la acción.

5.16 Paso del Rin

El primer objetivo que debían cumplir todos los ejércitos aliados era alcanzar el Rin. Para ello, debían cruzar el río Ruhr, cuyo valle había sido inundado por los alemanes abriendo las presas de la zona. Después de esperar durante dos semanas a que descendiera el nivel del agua, el IX y el I Ejército de Estados Unidos atravesaron el río el 23 de febrero.
A principios de marzo los ejércitos se encontraban muy próximos al Rin. Todos los puentes estaban destruidos, excepto el de la pequeña ciudad de Remagen, donde las unidades del I Ejército tomaron el puente ferroviario de Ludendorff el 7 de marzo. El 24 de marzo, fecha en la que Montgomery ordenó a algunos grupos del II Ejército británico y del IX Ejército estadounidense pasar al otro lado del río, el I Ejército estadounidense ocupaba una cabeza de puente situada entre Bonn y Coblenza. El 22 de marzo el III Ejército de Estados Unidos había capturado otra cabeza de puente al sur de Maguncia. Así pues, se había atravesado la barrera del río y Eisenhower ordenó a los ejércitos atacar hacia el este sobre un amplio frente.

5.17 Blancos de los aliados en Alemania

El I y IX Ejército estadounidenses rodearon el corazón industrial de Alemania, el Ruhr, el 1 de abril. El II Ejército británico cruzó el Weser, que se encontraba a medio camino entre el Rin y el Elba, el 5 de abril. El IX Ejército alcanzó el Elba a la altura de Magdeburgo el 11 de abril, y tomaron una cabeza de puente en el lado oriental un día después, con lo cual sólo les separaban 120 km de Berlín.
Con la llegada del IX Ejército al Elba, surgió el problema de la carrera hacia Berlín. Los británicos, sobre todo Churchill y Montgomery, y algunos estadounidenses, sostenían que Berlín era el objetivo más importante de Alemania porque el mundo, y especialmente los alemanes, considerarían a las fuerzas que tomaran esta ciudad como los verdaderos vencedores de la guerra. Eisenhower insistía en que su importancia desde el punto de vista militar no justificaba el posible coste que podría suponer la entrada en Berlín, y que la unión con los rusos podría realizarse igualmente más al sur, en las proximidades de Leipzig y Dresde. Además, el general estadounidense consideraba que los nazis incondicionales se refugiarían en algún reducto en las montañas de Baviera y, por lo tanto, su intención era dirigir el grueso de las fuerzas de su país hacia el sur de Alemania.
Mientras tanto, el frente soviético había permanecido estacionario en el río Oder desde febrero, lo cual planteó otro problema. La explicación que dieron los soviéticos después de la guerra consistía en que sus flancos del norte y del sur se hallaban amenazados y era preciso despejar la zona. La secuencia de acontecimientos a partir de febrero de 1945 indica que Stalin no confiaba en que los británicos y los estadounidenses pudieran atravesar Alemania tan rápido como lo habían hecho, por lo que asumieron que tendrían un amplio margen de tiempo para llevar a cabo su conquista del este de Europa antes de dirigirse hacia el centro de Alemania. Era obvio que Stalin no consideraba Berlín como un punto importante, aunque no fue ésta la opinión que expresó a Eisenhower. Los ejércitos soviéticos se reorganizaron apresuradamente para lanzar una ofensiva sobre Berlín la primera semana de abril.

5.18 Ultimos combates en Europa

La última y débil esperanza de Hitler, alentada brevemente por el fallecimiento del presidente estadounidense Roosevelt ocurrido el 12 de abril, era que se desatara un conflicto entre las potencias occidentales y la URSS. El V Ejército de Estados Unidos y el VIII Ejército británico lanzaron una serie de ataques el 14 y el 16 de abril que les llevaron hasta el río Po en una semana. El avance soviético hacia Berlín comenzó el 16 de abril. El VII Ejército estadounidense tomó Nuremberg el 20 de abril. Cuatro días después los soviéticos cerraron el cerco sobre Berlín. Al día siguiente el V Ejército soviético y el I Ejército estadounidense establecieron contacto en la ciudad de Torgau, situada en el Elba (al noreste de Leipzig), y Alemania quedó dividida en dos partes. La resistencia organizada contra los estadounidenses y los británicos cesó prácticamente la última semana del mes, pero las tropas alemanas orientadas hacia el este lucharon desesperadamente para evitar ser apresadas por los soviéticos.

5.19 Se rinde Alemania

Hitler decidió esperar el desenlace final en Berlín, donde aún podía manipular a los escasos altos mandos que quedaban. La mayor parte de sus colaboradores políticos y militares abandonaron la capital para dirigirse hacia el norte y sur de Alemania, seguramente para no estar al alcance de los soviéticos. Hitler se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril. Su último acto oficial importante fue nombrar al almirante Karl Dönitz como sucesor suyo en la jefatura del Estado.
La única opción que le quedaba a Dönitz, que había sido leal a Hitler, era rendirse. Su representante, el general Alfred Jodl, firmó la rendición incondicional de todas las Fuerzas Armadas alemanas en el cuartel general de Eisenhower, establecido en Reims, el 7 de mayo. Las tropas alemanas de Italia ya se habían rendido (el 2 mayo), al igual que las de los Países Bajos, el norte de Alemania y Dinamarca (4 de mayo). Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña declararon el 8 de mayo el Día de la Victoria en Europa. La rendición incondicional completa entró en vigor un minuto después de la medianoche, una vez firmado en Berlín un segundo documento que también suscribió la URSS.

5.20 Japon es vencido

El final de la guerra no se avistaba, a pesar de que la situación de Japón era desesperada a comienzos de 1945. La Armada japonesa ya no volvería a operar a pleno rendimiento, pero la mayor parte del Ejército se encontraba en buenas condiciones y estaba desplegado en los archipiélagos y en China. Los japoneses dieron una muestra de lo que aún podía esperarse de sus fuerzas recurriendo a las actividades de los kamikazes (en japonés, ‘viento divino’), ataques aéreos suicidas, durante los combates en la isla filipina de Luzón.

Okinawa e Iwo Jima
Mientras se esperaba a que llegaran los refuerzos de Europa para lanzar el ataque final sobre Japón, seguía ejecutándose la estrategia de conquista de las islas; en primer lugar, se llevó a cabo un desembarco en Iwo Jima el 19 de febrero. El asalto de este pequeño islote árido —la batalla de Iwo Jima— costó la vida de más de 6.000 infantes de la Marina estadounidense, antes de convertirse en una base segura el 16 de marzo.
El 1 de abril, el X Ejército de Estados Unidos dirigido por el general Simon B. Buckner desembarcó en Okinawa, situada 500 km al sur de la isla japonesa más meridional, Kyūshū, y la lucha se prolongó hasta el 21 de junio.

Bombas atomicas:Hiroshima y Nagasaki
A lo largo de todo el conflicto, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña habían llevado a cabo un gran proyecto científico e industrial para el desarrollo de armas nucleares, y creían que Alemania estaba investigando en el mismo campo. No se disponía de suficientes cantidades de los elementos principales, uranio y plutonio fisionable, antes de que concluyera la guerra en Europa. La primera bomba atómica se hizo explotar en un ensayo realizado el 16 de julio de 1945 en Alamogordo (Nuevo México, en Estados Unidos).
Se habían fabricado dos bombas más, y comenzó a plantearse la posibilidad de emplearlas contra Japón para conseguir su rendición. El presidente estadounidense Harry S. Truman permitió que se lanzaran estos dos artefactos porque, según explicó, creía que podrían salvar miles de vidas; la primera cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto, y la segunda se lanzó sobre Nagasaki tres días después. Los cálculos de Estados Unidos indican que fallecieron entre 66.000 y 78.000 en Hiroshima y que el número de víctimas en Nagasaki fue de 39.000. Los japoneses estiman que las bajas ascendieron a un total de 240.000 personas. La URSS declaró la guerra a Japón el 8 de agosto e invadió Dongbei Pingyuan (Manchuria) al día siguiente.

Se rinde Japon
Japón anunció su rendición el 14 de agosto, aunque no fue totalmente incondicional debido a que los aliados habían acordado permitir que el país mantuviera a su emperador. La firma oficial se realizó en la bahía de Tokio a bordo del acorazado Missouri el 2 de septiembre. La delegación aliada estaba encabezada por el general MacArthur, que pasó a ser el gobernador militar del Japón ocupado.

6. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA


Las estadísticas fundamentales de la II Guerra Mundial la convierten en el mayor conflicto de la historia en cuanto a los recursos humanos y materiales empleados. En total, tomaron parte en esta contienda 61 países con una población de 1.700 millones de personas, esto es, tres cuartas partes de la población mundial. Se reclutó a 110 millones de ciudadanos, más de la mitad de los cuales procedían de tres países: la URSS (22-30 millones), Alemania (17 millones) y Estados Unidos (16 millones).
La mayor parte de las estadísticas de la guerra son únicamente cálculos aproximados. La inmensa y caótica destrucción del conflicto ha imposibilitado la elaboración de un registro uniforme. Algunos gobiernos perdieron el control de los datos, y otros decidieron manipularlos con fines políticos.
Se ha alcanzado un cierto consenso con respecto al coste total de la guerra. Se estima que el económico rebasó el billón de dólares estadounidenses, lo que la hace más onerosa que todas las anteriores guerras en conjunto. El coste humano —sin incluir a los más de 5 millones de judíos asesinados en el Holocausto, que fueron víctimas indirectas de la contienda— se estima en 55 millones de muertos, 25 millones de los cuales eran militares y el resto civiles.

6.1 Consecuencias economicas

Estados Unidos fue el país que destinó más dinero a la guerra: el gasto aproximado fue de 341.000 millones de dólares, incluidos 50.000 millones asignados a préstamos y arriendos; de éstos, 31.000 fueron destinados a Gran Bretaña, 11.000 a la URSS, 5.000 a China y 3.000 fueron repartidos entre otros 35 países. La segunda nación fue Alemania, que dedicó 272.000 millones de dólares; le sigue la URSS con 192.000 millones; Gran Bretaña, con 120.000 millones; Italia, con 94.000 millones; y Japón, con 56.000 millones. No obstante, a excepción de Estados Unidos y algunos de los aliados menos activos desde el punto de vista militar, el dinero empleado no se aproxima al verdadero coste de la guerra. El gobierno soviético calculó que la URSS perdió el 30% de su riqueza nacional. Las exacciones y el saqueo de los nazis en las naciones ocupadas son incalculables. Se estima que el importe total de la contienda en Japón ascendió a 562.000 millones.

6.2 Bajas humanas

El coste humano de la guerra recayó principalmente sobre la URSS, cuyas bajas entre personal militar y población civil se cree que superaron los 27 millones. Las víctimas militares y civiles de los aliados fueron de 44 millones, en tanto que las de las potencias del Eje de 11 millones. El número de muertos de ambos bandos en Europa ascendió a 19 millones y las víctimas de la guerra contra Japón llegaron a los 6 millones. Estados Unidos, que apenas sufrió bajas entre la población civil, perdió a unos 400.000 ciudadanos.
Como consecuencia de estas ingentes pérdidas humanas y económicas, se alteró el equilibrio político. Gran Bretaña, Francia y Alemania dejaron de ser grandes potencias desde el punto de vista militar, posición que fue ocupada por Estados Unidos y la URSS.

 
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